sábado, 2 de febrero de 2013

Un juego, una promesa... cap 3

Habían pasado bastantes años desde la última vez, a Marizza le seguía gustando Pablo, a Pablo ya no le gustaba nadie, y Pilar y Manuel seguían juntos y muy felices.
- Niños levantense ya - gritó Sonia desde la cocina - van a llegar tarde a la escuela.
Marizza se levantó corriendo y fue a despertar a Manuel ya que como de costumbre estaría durmiendo aún, ambos se arreglaron y desayunaron.
- Recuerden que hoy a la tarde vienen su prima y su amigo - les dijo su padre.
- Van a venir Luján y Marcos? - preguntó Manuel.
Sus padres asintieron y ellos dos se fueron muy felices a la escuela. Una vez allí se encontraron con Pablo y con Pilar.
- Hola chicos - dijo Marizza.
- Hola Pablo, hola mi amor - dijo Manuel mientras besaba a Pilar.
Entraron todos a clase y para su sorpresa el profesor Mansilla (su tutor) les anunció que hoy habría tres alumnos nuevos, una chica y dos chicos.
- Hola me llamo Mía Colucci y tengo 18 años, soy nueva en la  ciudad.
- Yo me llamo Tomás Ezcurra y soy el primo de Mía y de Joaquín, tengo 18 y me encanta el fútbol.
- Yo soy Joaquín y dentro de poco me iré del colegio este, por mala suerte soy el hermano de Mía.
Ya que todos se habían presentado llegaba la hora de sentar a los chicos con algunos de los alumnos, Pilar se había fijado en Tomás y Manuel en Mía pero ninguno de los dos lo quería admitir.
- Bueno - dijo Mansilla - Tomás tu sentarás al lado de Marizza, ella es la pelirroja que esta allí sentada sola, Joaquín tú te sentarás solo y Mía tú te sentarás con... Manuel, es el moreno de allá.
Los tres chicos asintieron y se fueron a sus respectivos sitios.
- Hola belleza ¿me puedo sentar? - le preguntó Tomás a Marizza.
Marizza se sonrojo un poco y, Pablo se puso un poco celoso al escuchar eso y al ver la reacción de Marizza (Pablo estaba sentado detrás de Marizza).
- Claro sientate, me llamó Marizza es un placer.
- El placer es mío belleza.
Por otro lado Mía se estaba sentado al lado de Manuel.
- Hola ¿Tú eres Manuel?
- Sí yo soy Manuel, tú debes de ser Mía ¿no?
- Sí ¿me puedo sentar?
- Por supuesto.
Ya habían terminado las clases y los Colucci y el Ezcurra se habían ido y los  chicos (Marizza y Manuel) si querrían ir a ver a su prima, ya que ellos también la conocían.

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