lunes, 21 de enero de 2013

Un juego, una promesa... cap 1

Todo empezó un día como otro cualquiera, la familia Aguirre y la famila Bustamante cenaban juntos, ya que eran familias muy amigas, a parte, tenían un gran negocio juntos. Había dos mujeres y dos hombres sentados en la mesa y, jugando en el salón estaban sus hijos, Manuel y Marizza Aguirre y Pablo Bustamante. 
- Tus hijos son muy lindos Sonia, te felicito - dijo la señora Bustamante.
- Muchas gracias Mora, tu hijo también es muy lindo - contestó Sonia.
Los hombres miraban a los niños, en la cabeza del señor Bustamante estaba un pensamiento "una empresa entre dos familias se hace más fuerte si hay una unión por medio, ellos tuvieron a una niña y nosotros a un niño, si los juntásemos en matrimonio la empresa prosperaría" y en la mente del señor Aguirre se pensaba lo mismo. Ambos se miraron pero no dijeron nada, todavía era muy temprano para decir si habría o no un vínculo matrimonial entre esos dos niños.
- Bueno la cena estaba muy buena, pero ya se esta haciendo tarde - dijo el señor Bustamante.
- Tienes razón Sergio, espero que nos visiten muy pronto, les estaremos esperando - le contesto el señor Aguirre.
- Intentaremos venir de visita, adiós - dijo Mora mientra cogía a Pablo y se iban.

Tres años después...

Había una niña llorando en un parque, estaba sola, en un hueco, escondida para que nadie la viera. Pero su escondite pronto dejo de servirle y una niña se acerco a ella.
- Hola ¿cómo te llamas? - le dijo y al ver que no respondía siguió ella - Yo me llamo Pilar Dunoff, soy la hija del director del colegio al que iré de mayor, es el mejor colegio de aquí - la chica seguía sin decir nada -. ¿No piensas hablarme? - de repente se percato de que la niña estaba llorando - oye ¿por qué lloras?
- Mi nombre es Marizza, un placer, y lloro porque mi hermano y su mejor amigo se empezaron a pelear por mi culpa y ahora me siento culpable... 
- Bueno seguro que ya se arreglaron, dijiste que ellos eran buenos amigos y unos buenos amigos nunca se pelean por mucho tiempo - le contestó Pilar con una sonrisa - si quieres vamos juntas a verlos.
- Vale - contestó Marizza algo más animada.
Por otro lado se encontraban dos chicos hablando, bastante dañados porque se acababan de pelear pero ya habían dejado de pelearse.
- Creía que mi hermana era tu amiga, Pablo, no me puedo creer que la llamaras molestia, ella solo quiere ser tu amiga o que al menos, la trates bien - dijo uno de los chicos - porque como yo la vuelva a ver llorando por ti, te juro que te mato, y tú sabes que soy capaz de hacerlo.
- Sí vale ya me entere Manuel pero... es que no sé porque la llamo así... es que, me sale solo pero yo la quiero mucho de verdad yo también quiero que seamos muy amigos, los mejores amigos del mundo - dijo Pablo - pero por mi culpa, no creo que eso pase nunca ¿tú que crees?
- Yo creo que eres un enorme tarado y que no te mereces a mi hermana como tu mejor amiga - le contestó Manuel serio.
Pablo no dijo nada, solo bajo la vista hacia el suelo pensando en la razón que llevaban las palabras de Manuel. Pero unas chicas interrumpieron sus pensamientos.

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