sábado, 26 de enero de 2013

Un juego, una promesa... cap 2

Marizza y Pilar llegaron al lugar donde se encontraban Pablo y Manuel. 
- Bueno chicos esta es mi amiga Pilar - dijo Marizza - Pilar él es mi hermano Manuel, y él es Pablo.
- Un placer guapa - dijo Manuel.
Pablo no dijo nada, miraba a Marizza queriéndole decir algo. Así pasaban los días, los cuatro se hicieron muy buenos amigos hasta que decidieron hacer una promesa.
- Pilar - dijo Manuel - te quería decir que me gustas mucho y que si... bueno... ¿cuándo fuéramos grandes seríamos algo más? Pero solo si tú quieres... 
- Claro que sí Manu, será nuestra promesa, nuestra promesa de amor, y nada la va a romper.
Manuel asintió y Pilar lo abrazó muy feliz. Manuel se fue con Pilar para dejarla en su casa dejando a Marizza y a Pablo solos.
- Bueno se va a hacer tarde y yo me tengo que ir, adiós Pablo - dijo Marizza.
- Yo te acompaño, no voy a dejar que te vayas sola - le contestó Pablo.
Empezaron a caminar, poco a poco, su conversación iba terminando. Ya casi habían llegado a la casa de Marizza, cuando Pablo se paró en seco...
- Marizza tú a mí también me gustas, ¿te gustaría que hiciéramos lo mismo que Pilar y Manuel? - le dijo algo tímido.
- Claro Pablo - dijo Marizza con una sonrisa - será nuestra promesa.
Pablo la dejó en su casa y se fue a la de él muy contento. Pasaron los años y Manuel y Pilar cumplieron su promesa, llegaron a los doce años y se pusieron de novios, sin embargo, Marizza y Pablo no. Pablo había roto su promesa y nada más que veía a Marizza como su mejor amiga desde la niñez. 
- Marizza ¿podemos hablar? - le dijo Pablo.
- Sí claro ¿de qué quieres hablar?
- Tú eres la mejor amiga de Pilar y pensé que a lo mejor, me podrías ayudar.
- ¿Ayudarte a qué? - dijo confundida Marizza.
- Es que ella me gusta mucho y me gustaría que fuera mi novia.
Marizza sintió como si le clavasen un puñal en el corazón, tenía ganas de llorar pero no lo haría, al menos no delante de él. Se armó de valor lo miró y consiguió decirle.
- Lo siento no puedo traicionar a mi hermano.
Marizza salió corriendo y llorando hasta que llegó a un bosque y se sentó bajo la sombra de un árbol. Siempre iba allí cuando estaba triste, y ahí se la encontró, encontró a su amiga Pilar, la cual se preocupo mucho al verla así, Marizza le contó todo lo que había pasado y cuando terminó ambas se abrazaron y llego Pablo.
- Pilar ¿podemos hablar a solas? - dijo mirando a Marizza.
- No, yo estoy con Marizza y ella esta mal y es mi amiga, no la voy a dejar aquí sola. Así que todo lo que me tengas que decir me lo dices delante de ella - le contestó Pilar.
- Bueno sí eso es lo que quieres - dijo ya mirando a Pilar - Quiero que dejes a Manuel y salgas conmigo porque a mí me gustas mucho.
Marizza miro hacia abajo, se sentía tan dolida que esta vez no podría contener las lágrimas, le daba igual quien estuviera delante, no le importaba nada. Pilar sabía que esas palabras habían hecho sufrir a su amiga.
- Mira Pablo, primero a mí me gusta Manuel y no lo pienso dejar, y segungo, soy una chica que cumple sus promesas, y nunca me voy a olvidar de la que le hice a Manuel, así que si me permites me voy - le dijo - Marizza ¿vamos? tu hermano nos debe de estar buscando.
Marizza asintió y ambas se fueron dejando a Pablo solo...

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